WAJXAQIB’ B’ATZ’8 Hilos, 8 Monos

Cerramos nuevamente un ciclo, un espacio de tiempo de 260 días. El tiempo sigue oscilando como Ab’, la hamaca; llega nuevamente este gran acontecimiento, Nimq’ij decimos en K’iche’, es un gran día de fiesta, una de las más importantes para nuestro Pueblo, conmemoramos el inicio del tiempo, tiempo personal, familiar, comunitario y planetario, como el hilo que se desenrolla, como un tejido hermoso, dando lugar a la vida, a la interrelación con todos los elementos. Oportunidad propicia para que cada una y cada uno, pueda hacer una pausa en su vida, para evaluar cómo ha sido la relación con las energías personales, ya que ésta celebración es propicia para renovar nuestro compromiso con nuestro Wach Q’ij,  cuánto le hemos hablado, cuanto le hemos agradecido, cuánto le hemos ofrecido para poder sentirnos contentos y satisfechos de haber ofrendado para lograr esa relación e interrelación con nuestras energías propias, con los demás y con todas las fuerzas del universo, para seguir buscando la perfección, el Junwinaq la persona completa, para llegar a vivir en armonía y  equilibrio, personal, familiar y comunitario, para encontrar la Plenitud de la Vida.

En el marco de la celebración del comienzo del ciclo del calendario lunar de 260 días, (oportunidad para buscar la armonía y el equilibrio en nuestras vidas, para tener una vida plena).

El calendario está concebido y elaborado en homenaje a la vida, es decir a los seres vivos y su enseñanza ética, moral, ecológica y científica, debe ser aprovechada por el ser humano para el desarrollo de su vida personal, familiar y social y el equilibrio con la naturaleza.

“Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos…..; que aparezca el hombre, la humanidad sobre la superficie de la tierra, el averiguador, el buscador de la existencia”.  Popol Wuj

De esta manera, el Universo en sus distintas manifestaciones, llega a la madurez para dar apertura a la existencia de la persona al JUNWINAQ.

¡En verdad os damos gracias dos y tres veces! Hemos sido creados, se nos ha dado una boca y una cara, hablamos, oímos, pensamos y andamos; sentimos perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que está cerca.

Vemos también todo lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra.

¡En verdad os damos,  Os damos gracias, pues, por habernos creado, ¡Oh Creador y Formador! Por habernos dado el ser ¡Oh abuela nuestra! ¡Oh nuestro abuelo!, dijeron dando las gracia.  Popol Wuj

B’ATZ’ – HILO – K’OY – MONO

Evolución, origen y desarrollo de la creación. Alumbramiento primigenio. Mono y su espacio sagrado. Hilo-B’atz’, tejido-kem, todos los instrumentos de tejer. Pareja mujer- hombre.

Interrelación, intercomunicación, matemática, ciencia, medicina. Planta de algodón, seda, Iniciativa, origen. Creatividad. Plantas trepadoras y bejucos. Venas, arterias, de las personas, animales, plantas, y de la Madre Tierra. Vida, corazón. Todas las Artes.

Origen del alumbramiento primigenio de la vida, hace que el Universo se engendra, nace, crece, se reproduce, se realiza y vuelve a integrarse al origen. Hace que sea posible recorrer cada ciclo de existencia. Cada ciclo en el espacio-tiempo es un punto de realización y perfección de la vida en sus distintas manifestaciones.

Recuperar nuestro origen evolutivo, es re-encontrarnos con las abuelas y abuelos de donde descendemos, irradiando, desde todos los puntos, el respeto que es fundamental.

Es tiempo de recuperar esa sabiduría para desenredar la crisis de nuestro presente y vivir en esencia y convivencia con el Universo.

Tomado de: Raxalaj Mayab’ K’aslemalil, Cosmovisión Maya Plenitud de la Vida. May K’iche’ Winaq B’elejeb’ Aj. PNUD 2006.