Conflicto: tirar, halar, romper o …

Conflicto: tirar, halar, romper o …

13 noviembre, 2019 Arte y Cultura Escritos varios 0

¿Cuántas veces hemos tenido apuros, problemas, discusiones, malos entendidos, peleas con otras personas?  ¿Una, dos, tres o más? ¿Sabes por qué se generan?   Esto no es nada más, ni nada menos que por las relaciones interpersonales; acá entra en confrontación los intereses, visiones, proyectos de vida, objetivos, distintos puntos de vista y muchos más.

Esta ilusión óptica, nos demuestra que cada persona ve algo diferente.  Para unos es una hermosa joven, para otros una aoldwomannciana y otros ven las dos.  ¿Quién tiene la razón?   Han surgido enojos, porque el otro no ve lo mismo.  En algunos casos, nunca lo visualiza y suele suceder que pasado un tiempo, por fin, logra percibir lo que la otra persona dice.  Ese «ponerse en los zapatos del otro», lleva tiempo y todo es cuestión de «actitud y comunicación».

Los conflictos están presentes durante toda nuestra vida y en todos los ámbitos, sin embargo, debe ser asumido como algo natural, positivo y de crecimiento personal.   Hay que tomarlo como punto de mejora para ambos grupos o personas.

En la imagen de los «burros», se observan dos animalitos con una porción de comida a cada extremo.  El objetivo individual es saciar el hambre, cada uno quiere comer y en el mismo momento.  Posiblemente, el dueño, los amarró para estudiar su comportamiento, cómo resolvían la situación, eran objetos de estudio.   Al inicio, cada uno ve la comida, tiraban de la cuerda que los unía, halaban, halaban y halaban… probablemente se lastimaron.   El tiempo y la «comunicación (instinto)», los llevó a un acuerdo que era ganar-ganar para ambos.   ¿Qué hicieron?  Caminaron ambos hacia la misma dirección y luego se dirigieron hacia el otro. Los dos comieron al mismo tiempo.  Quizás, comieron más, porque no sabemos la cantidad de comida que había en cada lado.  Compartieron, hasta que saciaron una necesidad.  ¿Comieron ambos?  Sí.   ¿Se siguieron lastimando?  No.   Según la teoría del conductisto, si se repite varias veces, se fija en nuestra mente y luego se vuelve un reflejo automático (estímulo-respuesta).   Ellos sabrán ya saben qué hacer.

Pasemos al otro ejemplo.  Siempre los dos equinos.  Tienen el mismo objetivo: «comer».  Si observamos el lenguaje no verbal de ambos, hay discrepancia, hay desacuerdo quien come primero, su petición no es aceptada por el otro, uno de los dos quiere tener la razón y el poder (hacer su voluntad),  su deseo o necesidad de saciar el apetito no es comprendido o al menos así se percibe.  ¿Qué pasa?  Como el desacuerdo continúa, no hay sinergia, la comunicación no existe, acá es ganar o perder, donde la oposición y la actitud de ambos se consideran divergentes y «piensan» que es una amenaza a sus intereses, recursos o valores, por lo tanto,  es mejor… sacarlo de una u otra forma del camino.   La idea es no ceder.  Es un tira y hala, hasta que uno tiene que «salir» para dejarle paso al otro.

Si los conflictos se les orienta de una forma positiva, todo puede cambiar, tendrá un final diferente, donde ambos ganen, porque posiblemente el problema en sí, no sea el que «suponen» es, hay que definir muy bien cuál es, hay que contar con ideas alternativas, evaluarlas y tomar una decisión, para luego ponerlas en práctica.  Como los burritos de la imagen «A».

Entonces, solo porque tu veas las cosas desde tu punto de vista, bajo tus creencias, suposiciones, valores, intereses, deseos, aspiraciones o necesidades; no significa que la otra parte, no lo vea.  Simplemente, es indispensable, tener voluntad, tener la libertad de tomar una decisión (sin que exista coacción interna o externa), conversar, dialogar, respetar las ideas de otros, escuchar sin interrumpir, comunicar nuestro sentir eficaz y eficientemente,  para encontrar la mejor solución y ponerla en marcha.  Al fin y al cabo, si hay conflicto, es porque trabajamos o servimos por un mismo objetivo.  ¿Entonces, por qué no invertir esa energía negativa, para buscarla una positiva?  Entre más personas con capacidades, dones diferentes tengamos en un grupo, más fuerte se vuelve en pro de la misión en común.    Recuerda, la inteligencia emocional cuenta.   Al final, el que queda mal  es uno.  Como dijo Pilatos «Lo escrito, escrito está«.

Ten cuidado con lo que escribes y donde lo escribes.   Todo puede ser usado en tu contra o a tu favor.

Recuerda, en un conflicto, existen dos formas de percibir algo.   Por ello,  ¿Qué ves acá?

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