¿Saldrías del túnel?

Ayer, nos hacían una reflexión que la mayoría de las personas damos por sentado que estamos “completos” y, que así seguiremos hasta nuestra muerte; quizás con algunas cicatrices o arrugas más sobre nuestra piel, pero de ahí, nada más.

Sin embargo, para nosotros no existe el imaginar una amputación, un derrame cerebral, una discapacidad. Nunca nos visualizamos de esa forma. Nunca pensamos que a nosotros nos puede pasar algo similar, que les pase a los demás, menos a alguien de nuestra familia o a uno mismo.

Me quedé pensando en el momento de despertarse en un centro hospitalario, sin saber qué pasó y que el médico nos diga que debido a las complicaciones o daños que se tuvo en…. tuvieron que amputar una mano, un brazo, una extremidad o ambas, por alguna bala perdida perdimos la movilidad de unas extremidades inferiores. ¿terrible no te parece?

Posterior, al impacto de recibir esa noticia. De alguna u otra forma, se tiene que superar. La depresión aparecerá, las etapas de duelo se tienen que vivir para iniciar una nueva etapa, una nueva vida.

Como todo en la vida, no todos asimilamos la información o los hechos de la misma manera. Hay algunas que se dejan “ir en un túnel de la depresión”, “otras, no se dejan vencer e inician su propio plan de recuperación”. Ahora, los medios de comunicación, nos comparten historias de personas que han sufrido un accidente similar o peores y han superado los límites de nuestra imaginación. Quizás ahora, hacen actividades que nunca se hubiesen imaginado, aprendieron cosas nuevas, visitaron lugares o conocieron personas.

¿Cuál fue la diferencia entre las dos personas? Una la actitud, la decisión de querer salir de eso, la disciplina y ante todo las terapias.

¡Claro!, luego de un accidente postraumático, las terapias son indispensables. Existen algunas personas que dicen, ya me siento bien, ya no iré. Acá es donde caen en un error. Porque las recaídas son peores. Lo que se había avanzado, tiene un retroceso y, … a comenzar de nuevo.

Las terapias en sí, son difíciles para los que hemos sufrido alguna lesión de cualquier índole. Ahora, ¿te imaginas el esfuerzo que debe realizar una persona con discapacidad o capacidades diferentes? Realmente, no son fáciles. Si uno que está completo, el equilibrio realizando las terapias que ellos realizan para enfrentarse a la vida, como seres individuales. El volverse a sentir “libre” de no requerir ayuda de otra persona para abotonarse, subirse a una silla de ruedas, comer… son situaciones que merecen aplaudir.

Les comparto que nos invitaron a un Rally de la Discapacidad “El Esfuerzo de Todos”, cuya finalidad era vivir por minutos el esfuerzo que los usuarios de estas terapias realizan. Me impactó que algunas personas ni siquiera intentaban realizarla, posiblemente para no sentirse vulnerable, hacer el ridículo, otros lo veían como pérdida de tiempo, algunas se reían; en la vida real, el panorama cambia por completo.

Ahora, me pregunto ¿cómo me sentiría yo, en lugar de ellos?, ¿pondría me mayor y mejor esfuerzo por realizar esas terapias y/o ejercicios para valerme por mi misma?, ¿me quedaría mirando cómo los otros lo hacen? ¿Qué harías tú en su lugar?