¿Qué tan extensa es tu red?
Dentro de los nawales mayas, se encuentra el K´AT que simboliza “la red, el enredo, los problemas que nos atrapan. El poder agrupar, juntar o reunir tanto a personas como a los elementos necesarios para efectuar lo que necesitamos.
Se usa para guardar objetos, en especial el maíz (la mazorca), la panela y otros, es decir, sirva para guardar lo que nos servirá como alimento en el futuro. No solo en su manifestación física, también es una red sutil que sirve para guardar en la memoria todo lo que aprende, las experiencias y los actos trascendentes de la vida. También los enredos, es decir, los problemas que nos vienen o porque nosotros mismos los provocamos y el destino nos pone para nuestro aprendizaje”.
Más allá de lo que significa el nawal K´at, esta tela de araña, nos demuestra que cada uno de nosotros, día con día, mes con mes y año tras año, vamos tejiendo nuestro propio ciclo de crecimiento a nivel familiar, social, cultural, político, económico, artístico, religioso, educativo, …
Así como ciertas telas de araña que tienen tanta fuerza que pueden estirarse hasta un 50% antes de que se rompan, hay otras que tienen una contextura gruesa y resistente; como analogía, en nuestra vida, hay seres humanos que nos acompañan por un determinado tiempo, y por alguna razón, motivo o circunstancia, sucede algo y llega el momento de decir adiós. Hay otras, que a pesar de los años, la distancia, los sucesos, permanecen a tu lado. Sus raíces son tan fuertes, que resisten “toda clase de inclemencias”. ¿Has visto cuándo un árbol, permanece de pie, a pesar de un huracán? Sin lugar a duda, sus hojas han sido dañadas, pero las raíz está tan profunda y fuerte, que volverán a brotarle hojas nuevas.
Incluso la tierra tiene sus movimientos de rotación (24 horas) y traslación (365 días); no es estática. Nosotros como personas, sufrimos cambios desde el momento de la concepción. En algunas ocasiones, nos va bien y otras mal. Tenemos un buen trabajo y no podemos definir el día, en que se puede perder. Estamos sanos y ocurre un accidente, que nos lleva a estar en cama por días o años; quizás nos diagnostican una enfermedad terminal y todo nuestro entorno cambia. Estamos en constante movimiento y por ende, creando un nuevo ciclo, una nueva red.
¿Qué podemos decir sobre una planificación de un evento? De un momento a otro, cambia, los conferencistas cancelan, la comida no llega, asisten más personas, la empresa dónde vas hacer el material promocional dice que se arruinó una máquina, el fotógrafo llama y por alguna circunstancia menciona que no podrá cubrir el evento, la modista o sastre no entrega a tiempo las cosas … ¿Qué haces?, ¿Cómo reaccionas? ¿A quién recurres? ¡Definitivamente, a la red de contactos!. Esa red, que has ido construyendo a lo largo de vida. Tiene que estar agrupados por diferentes características, gustos, profesiones, aficiones, nivel de estudios, nacionalidad, … es decir variado. De verdad, uno nunca sabe cómo, cuándo, dónde y en qué momento de la vida, nos dan una mano y nos sacan un mil y mil apuros. Por ello, esa red, debe ser resistente al tiempo o a la distancia… como un cable de acero.
Si tu formas mi red, debes saber cuán importante eres en mi vida (aunque no siempre conversemos, sé que puedo contar contigo), y si yo formo parte de la tuya, ¡Gracias por el honor, de estar en tu red! y házmelo saber.