No me puedes obligar a estudiar

No me puedes obligar a estudiar

6 mayo, 2020 Arte y Cultura Escritos varios 0

Sin pasión, no se retiene nada.

Gracias a mis padres que me enseñaron a «amar el estudio» y a querer aprender cada vez más, mi vida a sido un constante aprendizaje en las diversas áreas del conocimiento.   Cuando era pequeña, y no comprendía una palabra, me decían «agarre el «amansa burros» y me quedaba pensando al principio… era el diccionario.  Me hice amiga de este maravilloso libro.  Tuve la fortuna de libros, revistas, enciclopedias, literatura, chistes… mi alcance, ya sea para estudiar, investigar o leer por simple placer. 

Me emocionaba ver a mis padres, leer y aprender cosas nuevas de los libros o cómo mis hermanas siempre estaban «metidas en algo».   ja, ja, ja.   Recuerdo, que cuando era pequeña mi papá me decía, venga le voy a enseñar cómo se hace x o y cosa, porque usted no sabe con qué hombre se va a casar y no van a estar pagando hasta por clavar un clavo. Me daba risa. Así que aprendí a hacer de todo un poco.  Tuve una niñez «rara y divertida» a la vez.  No me obligaba, eso era importante.  Era muy curiosa.  Me motivaba a «aprender», a salir de zona de confort de «niña» para dar más de lo que era capaz..

Una lección se motiva…

Mi aprendizaje fue de paciencia, motivación, alegría y querer hacerlo.  Nunca me presionaron para hacerlo; porque sabían que la educación, el conocimiento así NO FUNCIONA.  Mi mamá, siempre decía, para comer y rezar, no hay que rogar.   Si se hace algo por «presión», se hace con desgano, mal hecho, y al rato, se olvida o hay que volverlo hacer.  Uno nunca dará el ciento por uno.

Me decían hay que fijarse en los detalles, esos hacen la diferencia.  Son su marca de presentación, llegó un momento que me volví muy perfeccionista, hasta querer graduarme con honores de la universidad.  Sí, lo logré.   Al final, me di cuenta, que no valía la pena.  Porque el verdadero conocimiento hay que gozarlo, disfrutarlo, sentir esa pasión que te vuelva loca y no una nota.  

Ahora, volví a sentir pasión por lo mis clases, me pierdo en el tiempo, espacio, es una satisfacción que nadie, ni nadie te puede quitar, porque el conocimiento que aprendes, practicas y compartes te hace sentir mucho más orgullosa que haberte graduado con un Magna Cum Laude.  Fue mi decisión y lo logré por mi mismo deseo de satisfacer un conocimiento que sentía en ese momento.   Nadie te obliga, es tu decisión que querer ser tu misma y aprender cada vez más…  


Hoy estudio, lo que siempre me ha apasionado.  Sé que seré buena en lo que hago.  Mi sueño recién inicia.  El camino lo estoy haciendo, con pasión.   Si lo sueñas, hazlo.  No importa la edad.  Solo recuerda: Oblígame a estudiar y lo haré, pero no esperes los mismos frutos.. así que no me obligues a estudiar… 

Violeta Arredondo, 2018

👋

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