Enero, es un mes fundamental porque es el primer mes del año, donde ponemos decidimos qué propósitos vamos a llevar a cabo, contamos con energía nueva, tenemos doce meses a nuestra disposición, estamos recién abriendo un año de nuevas oportunidades; por lo mismo, anhelamos terminar de una vez por todas, este proceso y graduarnos de la universidad, de una vez por todas.

¿Qué pasa luego de algunas semanas?  En algunas ocasiones, ese deseo se va apagando, pero qué pasó.  Unos justifican, «estoy ganando bien, para qué necesito el título», «es que ir a la universidad, a esa hora, nunca encuentro parqueo», «en xxx mes meto el proyecto, se me pasó la fecha», «no encuentro asesor», «nunca está el Lic.», «qué perdedera de tiempo»… vamos poniendo excusas.    

Otras «justificaciones» para no iniciarla, retomarla, rediseñarla, redactarla, revisarla o presentarla se pueden mencionar  «el Lic. que quería para asesor de mi tesis, ya no labora en la universidad, no sé a quién decirle», «el tema que yo quería, ya lo hicieron y no se me ocurre algo», «De verdad, llego tan cansado de trabajar que no me dan ganas de abrir un libro y menos leer», «que hueva investigar es que ese tema ya no me gusta», «es que mi esposa, esposo, hijos, hijas, nietos, abuelos…. no me dejan hacer nada», «tengo que sacar al perro a pasear»… y muchas justificaciones más, hacen que la tesis «siempre se posponga».

Por supuesto, algunas excusas son válidas.  No todo es color de rosa y en nuestra vida tendrá algunos contratiempos, puntos para mejorar o superar:  Superada esta etapa, es indispensable redireccionar nuestra vista a los objetivos propuestos al inicio del año, debemos perseverar para alcanzar nuestra tesis y decir a todo pulmón ¡Terminé la tesis!.    

No te rías, es cierto.   Hay muchos estudiantes universidades cuyo número de carné es de 3, 7, 10 o 15 años atrás que no han «cerrado» porque no han hecho la tesis.   Algunos de estos «profesionales» dicen ¿para qué la voy hacer la tesis?, ¡A estas alturas, ya no me recuerdo de nada de lo que me enseñaron!, ¡Mejor pago para que me la hagan!, «En el trabajo que estoy, no ha me servido de nada». Entonces, me pregunto ¿para qué iniciaron una carrera universitaria, si no la van a concluir?, ¿Por qué quitarle un espacio a los estudiantes que sí tienen la convicción de salir adelante, pase lo que pase?, 

Realmente admiro a esas personas que luego de una crisis, problemas, dificultades, muertes… han dejado de asistir a la universidad pero muy dentro de su ser, está esa «espinita» que les dice «tienes que regresar y terminar lo que iniciaste, ya te falta poco».   Estos estudiantes, con más ímpetu la terminan y menos del tiempo que se hubieran llevado antes, están decididos a cerrar con broche de oro ese episodio.  Hay personas que a su «edad» toman la decisión de concluir los últimos semestres (si tuvieran pendientes), «limpiar sus cursos», hacer la tesis y demostrarse a ellos mismos que sí se puede, que no importa la edad para ser un «verdadero profesional», de incentivar a los más jóvenes que no es impedimento para lograr su sueño, para obtener ese título que les abrirá muchas puertas.   Ellos son un ejemplo de superación.  Todo está en la actitud. 

Por eso, joven, no dejes que «nadie» te diga, «espérame que cierre el semestre, hacemos la tesis juntos y nos graduamos en la misma promoción».   Algunas veces, no sucede así y, ¿qué pasaría contigo?, ¿vas a esperar uno, dos o tres años, para que él finalice el semestre o haga la tesis?

Todavía estamos en los primeros meses del años, puedes hacer una diferencia, lucha por tus sueños, por tus metas y no permitas que nadie se interponga entre tu y la «temida» tesis.  Busca información, ingresa a las páginas dónde puedas revisar los tesarios, consulta a tus compañeros o amigos de estudiaron contigo y ya realizaron este proceso, busca todo lo que te pueda ayudar y ante todo, ten presente que vas a tener que leer e investigar mucho.  Invertirás muchas horas y al final, el único que defenderá tu tema en una terna, eres tú.   

Por cierto, si pretendes que tu asesor te haga las cosas, investigue y corrija tu tesis (ortografía y redacción), ¡estás equivocado!.  Recuerda, que los asesores están para orientarte, sugerirte, guiarte; no para hacerla por ti. 

Recuerda que tu actitud, hace la diferencia.  Acá estamos para ayudarte en lo que necesites, solo escríbeme.

¿Fácil o difícil? 

la decisión es tuya

Imagen tomada de http://asipasa.com/6919