No me dejes en un asilo

La locuciòn que acà realizo, son dos historias de la vida real de dos personas de la tercera edad, que se encuentran en dos asilos de ancianos, que me abrieron su corazòn sobre còmo se siente viviendo en un asilo para ancianos.  Pasò mucho tiempo desde aquellas visitas  y, no encontraba còmo «darles voz» a aquellas palabras que me inquietan el corazòn.

Todo llega a su momento, y ese primero tuve que estar preparada para hacerlo.    Tenìa miedo, sì.   Porque, transferir los sentimientos y emociones que estas hermosas personas de cabellos blancos, piel ya entrada en años, pasos pausados me dieron… no era fàcil.   Tuve que regresar en el tiempo, vivir sus sentimientos, sus emociones, me arrieguè para darle vida  a lo que «yo sentìa viviendo en un asilo»…

Si quieres llorar, llora… pero no me dejes en un asilo.