¿Qué tema te motiva?

Desde muy pequeños la vida nos ofrece retos que hay que ir venciendo, llorar para pedir comida, te metías todo a la boca para ir explorando con tus lengua las diferentes sensaciones, eras sumamente curioso… ¿Qué te motivaba hacerlo?

Cuando eras adolescente cómo era tu aprendizaje, aprendías para ganar, interactuabas con otros, le dabas importancia al juego como una manera de conocer para divertirte y a su vez, aprendías… sin querer.   Entonces, porque no vamos re-aprendiendo a leer temas que nos gustan, inculcamos el hábito de la lectura y «sin querer» comprendemos, incorporamos, nos ilustramos más cada día y ampliamos nuestro acervo cultural y nuestro lenguaje.

Nuestros gustos van cambiando, conforme vamos creciendo tanto en lo físico, mental y psicológico; nuestros gustos se van transformando y se reflejan en la música que escuchamos, en la ropa que vestimos, en la manera en que nos comunicamos, cómo escribimos, en los pasatiempos  que nos gustan como los videojuegos, rompecabezas, fotografía, la lectura, hacer voluntariados, bailar, acampar, pintar, dibujar, hacer deporte, ver películas, escuchar cuentos de terror, interpretar historias… muchos más.

Sin embargo, en la universidad nuestro mundo va cambiando y nuestros pasatiempos algunas veces se reduce por la carga de tareas académicas y si laboramos, el tiempo se reduce.  ¡Ah! no olvidemos los compromisos familiares.   Esto hace que nuestros «pasatiempos» pasen a un segundo plano, y evitemos ser curiosos en lo que gustaba cuando éramos niños o adolescentes.  Nos enfocamos en ganar los cursos, porque trabajar y estudiar, sale caro.   Es una inversión de tiempo, dinero y sacrificar muchas veces a la familia, por «tener ese cartón».

Ya se está en la etapa final, cuando se llega el momento de seleccionar un tema para la tesis, nos quedamos en blanco.   ¿Qué pasó?, no se nos ocurre nada.  Lo común, es trabajar un tema muy cercano a nuestro entorno laboral, porque «tenemos» los elementos a nuestro alcance.   Posiblemente, «nos lo sacamos de la manga», pero es lo «más accesible», no nos apasiona y pasamos con ese tema «calentándolo»… hasta que sale.   No le ponemos «pasión».    ¿Qué pasaría si investigas un tema que realmente tu curiosidad te lleve a apasionarte tanto a desarrollarlo y te metas de lleno en el, para que el lector pueda expresar «nunca hubiera pensado que un tema tan simple pudiese investigarse científicamente de esa forma», «qué forma tan profesional para explicarlo», «a mí, ni se me hubiera ocurrido nunca», «interesante la manera de desarrollarlo»…

Tesis, tesinas, investigaciones hay miles, tienes que hacer una diferencia.   Solo algo que un tema que te guste, te apasione e irlo desarrollando se podrá notar cuando el lector lo lea.   Notará, que no es una tesis como las otras.   Por eso, ¿Qué tema te gusta?.   No importa, si quieres desarrollar el tema «La Llorona».   ¿Cómo lo desarrollarías? Desde qué punto lo estudiarías:  semiológico, histórico imaginario, folklórico, horror, leyenda oral, tradiciones, sobrenatural…

Al punto que quiero llegar, es que el tema que elijas te tiene que motivar desde principio a fin, caso contrario, haz lista de los posibles temas, hasta que te convenza uno y COMIENZA.

¿FÁCIL O DIFÍCIL?