Consejo de un padre…

Era un día nublado, donde el frío se comenzaba a sentir y las gotas de una refrescante lluvia, se hacía sentir sobre los cuerpos, me encontraba haciendo mi respectiva fila, para abordar el autobús, que me transportaría a mi lugar de destino ese día.

Adelante, una señora ya un poco mayor, posiblemente se dirigía a su trabajo ese día.  No le puse mayor atención, ni a su complexión ni vestimenta, debido a que una conversación que se realizaba detrás de mí, me llamó la atención.

Por el tono de voz, era un joven que entablaba una conversación con su padre, comentaban sobre sus clases, que ha iba a finalizar el ciclo escolar.   El padre, le recomendaba a su hijo, -hay te portás bien, ya son los últimos días que vas a estudiar y seguí las instrucciones de tu maestro…. 

En esos momentos, nuestro transporte se acercaba, las personas se alistaban para subir.  Se comenzó a escuchar como las monedas sonaban al depositarse.   Solo faltaba la señora que iba delante mío, cuando escuché algo:

-Hacé como que la echas (se refería a depositar la moneda del pasaje), ellos ni se fijan.    

En ese momento, agudicé mi oído lo más que pude para escuchar si depositaba la moneda o no, debido a que el estudiante estaba a mi espalda.   No escuché, ningún sonido.  El siguiente pasajero, sí la depositó y el siguiente.

Subí y no volví para ver ni al alumno (hijo) como al padre, que le brindó ese «consejo».   Encontré un asiento desocupado y comencé con mis divagaciones.

¿Por qué el padre, le decía al hijo que se portara bien?, ¿Por qué le enseñaba a no pagar el pasaje?,    Es cierto, en algunas ocasiones, no están controlando si uno paga o no, sin embargo, todo está en los valores, hacer lo correcto.   Ese día, es  mínimo con lo que se quedó en la mano, ¿luego, cuándo esté trabajando, depositará todo el dinero?, ¿Si le entregan dinero que no es fiscalizado o una donación, lo entregará completo?.    Muchas veces, no nos damos cuenta de que esas «pequeñas acciones» tienen grandes repercusiones.  Luego, los padres que no se quejen por qué mi hijo hace eso, si nosotros le estamos enseñando eso.   

Ese día, fue una moneda, mañana un billete de 10, 20, 50, 100 o 200 quetzales.   De todas formas, como no me ven…. nadie se dará cuenta.    

¿Crees que fue correcto o incorrecto el consejo del padre? -Para él, sí lo fue.