¡Me siento mal, no iré a la escuela
Hace algunos años, en un «palomar» (casa de habitación dónde hay muchos cuartos que alquilan a diferentes familias para vivir y comparten la misma entrada, pila, patio (si hubiera), inodoro y regadera… donde el agua es escasa y fría. En uno de estos cuartos, que únicamente pueden tener un o dos ambientes para todo (dormitorio, comedor, cocina, sala), vivía una familia sencilla, humilde y de recursos muy limitados. Estaba conformada por la madre, un padrastro, «Juan» y «Sofía» (nombres ficticios) de 9 y 7 años.
A pesar de su corta edad, ya estaban estudiando en un establecimiento público, debido a qué estaba relativamente cerca, contaban con una educación aceptable y les servía como distracción, debido a que no tenían quien cuidara de ellos y les daban desayuno y refacción; comidas que algunas veces no tenían en su casa. Para estos infantes, estar solos la mayor parte del tiempo, era «normal». Juan, el hermano mayor, tuvo que aprender a cuidarse solo , cuidar a su hermanita y protegerla, por el el «hombre» de la casa. Desde que Sofía llegó a este mundo, tuvo que hacerle de mamá, papá y hermano, a la vez. Por ello, irse solos a la escuela, era muy común, porque ambos iban y venían solos, desde que Sofía, aprendió a caminar e insistió mucho que la inscribieran en la escuela, porque era un mundo diferente, donde la maestra le ponía atención, le aconsejaba, le ayudaba, confiaba en él y si no tenía algo, ella le ayudaba. ¡Hasta le aconsejaba cómo cuidar a Sofía!. Juanito, amaba a su maestra, por que realmente lo quería y todas las noches deseaba ir a estudiar. ¡Cómo extrañaba no ir a clases!
Sin embargo, un día Juanito, que amaba ir a la escuelita, se sentía diferente. No sabía que le pasaba. A pesar del malestar que sentía, se puso el uniforme, arregló su mochila y le dijo a Sofía
-Me siento mal, no iremos a la escuela hoy. Te prometo que mañana estaré bien y vamos a ir.
Juanito, se fue a recostar a su «cama». Las horas pasaron y pasaron, el atardecer llegó y la penumbra se dejó caer… Un frío se sentía y Sofía, jugando con el agua de la pila.
En estas viviendas, donde abundan las personas, siempre hay una que «actualiza» a las demás. No había terminado de entrar la mamá de estos dos niños y le comenzó a decir que una vecina que había dado de almorzar a Sofía, porque a Juan, no lo habían todo el día, saber dónde o con quién andaba. La mamá, entró en cólera, tomó a Sofía de la mano, y más arrastrada que caminando, la empujó al cuarto donde vivían.
En ese momento, al ver de lejos la figura de Juanito recostado, le empezó a gritar, a gritar y a gritar cada vez más fuerte y con palabras que ni un solo niño debería escuchar de sus padres. El niño, no se inmutó. Entró más en cólera y le tiró lo primero que encontró. Juanito, seguía sin responder los golpes e insultos de su madre. Al acercarse y verlo, se dio cuenta que Juanito, estaba muerto…
Con cuidado, cargo y trasladó al niño que aun tenía su mochila la hombro, a su cama. De un momento a otro, su personalidad se trasformó y comenzó a llorar con un sentimiento que nunca había tenido. Las vecinas se aglomeraron y al ver lo que pasaba, alguien llamó a los bomberos. El cuerpo de socorros, realizó los exámenes correspondientes y dictaminaron que efectivamente había fallecido. Llegaron otras autoridades y conjuntamente con los bomberos, hicieron a examinar el cuerpecito de Juanito. ¿Cuál fue la sorpresa de los paramédicos ? Juanito, no solo se había quedado dormido, sino que era una escena desgarradora.
Juanito, que tanto amaba la escuela, que quedó «dormido» con su mochila que contenía sus cuadernos de la escuela, su lápiz… La hicieron a un lado, para examinar su cuerpo. Para un padre de familia que ama y protege a sus hijos, el ver la espalda de Juanito, era desgarrador… estaba totalmente amoratado. Tenía marcas de los «tacos» (zapatos para jugar fútbol), sus bracitos, tenía quemaduras de cigarro, cicatrices en sus piernas. Su cabeza y orejas, tenía costras de heridas sufridas con anterioridad… Al descubrir esto, llamaron a otras instancias para que velaran por el bienestar tanto físico como mental de la pequeña Sofía, que ahora, se encontraba más indefensa y sola.
Al interrogar a la madre, mencionó que Juanito era muy travieso y se golpeaba a cada rato. La realidad, era muy diferente. El padrastro de ambos niños, hacía lo que quería con el niño, Juanito, quien desde pequeño cuidaba y protegía a su hermanita, hacía todo lo posible para que a ella no la tocaran. Él recibía toda la violencia (físico, mental, emocional, psicológico, monetaria) que un niño a su corta edad, pueda aguantar. Juanito, a su corta edad, dio su vida para que la vida de Sofía, fuera diferente y tenga un final feliz. Sofía, fue llevada a otro lugar, donde ni su verdadera madre, le puede hacer daño.
Casos similares a este, hay muchos en todo el mundo. Algunos, nunca se dan a conocer, otros se conoce una «verdad» parcial y muy pocos tiene un proceso en los tribunales. Maltrato infantil, es un tema que pareciera que solo es físico, y no es así. Desde el momento que le gritas o le dices al niño ¡No seas tonto, qué bruto sos, no servís para nada, mejor quítate de ahí, estuviera mejor si no hubieras nacido. Estas cicatrices sanaran muy despacio y algunas veces, nunca sanan. Al crecer con estas heridas, se convertirán en adultos que repiten el mismo círculo de agresividad, violencia y maltrato hacia otros seres vivos.
Así como el artículo anterior, ¡Sufro de violencia, me lo merezco! son casos que pasan todos los días y debemos ponerle un alto. ¡No podemos seguir así! ¡Basta ya, de lastimar a otros!. Para esto, es indispensable educar en valores y principios. Es enseñar y educar con amor, tiene resultados maravillosos. Callar, no es la solución, es conversar, dialogar para encontrar una solución. La educación hacia los niños es ganarse el respeto y la confianza, para entrar en «su mundo».
Te estarás preguntando, todo lo anterior ¡Qué tiene que ver con un trabajo de investigación! Te comento que tiene que ver y mucho, porque este es un gran problema que diariamente se vive. Este tema, puede ser investigado desde diferentes ángulos. ¿Cuáles son las tres principales dificultades que surge en la definición de un problema de investigación? Son los siguientes:
- No mencionar el hecho de la interpretación de datos.
- Tratar asuntos que no se pueden medir y
- Elegir un problema demasiado amplio o ambicioso. Por ello, es indispensable DELIMITAR el tema.
Si tu pregunta de investigación se puede responder con un simple SÍ o No, lamento decirte que la pregunta NO SIRVE. Insisto, debes llegar a lo más profundo, a la raíz del problema.
Si le preguntas a una madre o padre de un niño(a) que fue maltratada ¿Vale la pena darle apoyo emocional o psicológico a su hijo(a)?, quizá te responda sí o no. Eso no es lo que queremos investigar.
En un artículo anterior, les compartí que un problema de investigación surge de los intereses, de lo que vemos, de las experiencias, de una idea, de una conversación, por curiosidad… a partir del interés de cada investigador tenga, puede definir un problema que sea manejable.
¿Qué pasa si te interesa un tema de investigación que ya se ha tratado antes? No pasa nada, solo es cuestión de realizar un réplica desde otro enfoque, por ejemplo:
- Comprueba los resultados del estudio.
- Comprueba los resultados de investigación en un grupo objetivo diferente.
- Averigua si las tendencias y los cambios desde que se realizó esa investigación difiere en la actualidad.
- Utiliza metodologías, enfoque o tipo de investigación diferentes.
Para redactarlo debe ser claro, conciso y completo, generalmente se enuncia en forma de pregunta, debe ser LIMITADO para manejarlo, relaciona un mínimo de dos variables, no debe responderse con un sí o no y se debe relacionar con la hipótesis u objetivos.
Acá te dejo unos ejemplos:
- ¿Cuál es la relación entre una madre maltratada y el niño con bajo rendimiento escolar?
- ¿Aprenden más los niños cuando viven con padre y madres estables?
- ¿Existe una relación entre el bajo rendimiento escolar de los padres y el maltrato infantil?
- ¿Cuál es la diferencia entre la actitud de los niños que han sido abusados y la de los niños que no han sido ultrajados?
- ¿Existe acaso una relación entre el medio cultural de los padres y la violencia física en contra de los niños?
Si te puedes dar cuenta existen dos variables. Se puede delimitar en tiempo, espacio, geográfica, institucional…
Recuerda que la PREGUNTA debe ser concisa y clara, escrita en forma interrogativa, suficientemente delimitada, además tiene que tener un valor práctico o teórico, relación entre variables.
¿Fácil o difícil?
Imágenes tomadas de https://noalmaltrato1995.wordpress.com/fotos-2/
dificultades en la definición de un problema de investigación ejemplos de problemas de investigación forma de pregunta fuentes de los problemas de investigación investiga el mismo tema desde ángulos diferentes maltrato infantil. muertes de niños por maltrato físico planteamiento del problema planteamiento del problema en un tema de investigación problema de investigación problemas a investigar variables violencia infantil