En Guatemala, en muchas ocasiones hemos dicho o escuchado «Me lo contó o dijo un pajarito», para no mencionar el nombre de la persona que compartió la información. ¿Te ha pasado esto?

Creo que este refrán o dicho popular se remonta desde hace muchos años atrás, cuando utilizaban a las palomas para llevar mensajes de un lugar a otro.

Mucho antes, en la Biblia se menciona que cuando fue el diluvio Noé soltó tres veces a una paloma, regresando la última vez con una rama de olivo. Acá, también el ave se utilizó para transmitir el mensaje que los valles ya se estaban secando.

En esta ocasión, te voy a contar algo que todos sabemos y pocos lo hacemos. Pon mucha atención, porque es el secreto que hice alusión en el artículo anterior.

Todos tenemos secretos, unos más grandes, pequeños, con más transcendencia, otros que cambiarían completamente la historia, nuestras creencias, valores y nos sentiríamos frustrados, decepcionados de toda la verdad que nos han ocultado. ¿Dime, cuál es tu secreto? Prometo no decir quién me lo dijo…

Si te acercas más, te lo diré. ¡Todavía estás muy lejos! Acércate más, más y más, pero mucho más… (esa es una canción, jajajaja) Ya en serio, el secreto para evitar, eliminar, reducir los vicios lingüísticos es…

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¿Verdad, que sí sabías el secreto? Esta es la única fórmula mágica, la cual te permitirá incrementar tu vocabulario, aprender, conocer lugares, desarrollar tu imaginación, investigar, reír… hay mil razones para leer. ¿Cuál será la tuya?

Te reto a leer 30 minutos diarios (Que conste no es el publicidad para el Programa Nacional de Lectura del Ministerio de Educación). Leer, te cambiará la vida. ¿Aceptas el reto?

Y recuerda:

Imagen tomada de:  http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/17430131/Me-lo-conto-un-pajarito-y-otras-expresiones-populares.html y

 http://www.educa2.madrid.org/web/lengua/fomento-de-la-lectura