¿Sabes que siempre has investigado?
Lee con atención esto:
Esto significa, que desde pequeños hemos investigado el «por qué» de las cosas. Creo que muchas veces cansamos a nuestros padres, familiares, hermanos, hermanas y todo aquel adulto que pasara por nuestra vida, para cuestionarlo.
Sin embargo, gracias a la «curiosidad» aprendimos muchas cosas. Hemos encontrado respuestas, momentos, situaciones, personas, animales o cosas que no nos gustan, que nos agradan, sentimos placer, emoción, sorpresa, gusto, disgusto, enojo, tristeza, llanto…
Esto fue gracias a la curiosidad. Sí, a la curiosidad de saber, conocer, aprender o como decimos los guatemaltecos «shutear». Todos desarrollamos esta capacidad de «investigar» hasta que quedamos conformes con la respuesta. Pero todo esto lo realizamos de una forma empírica, es decir, por la experiencia.
Por ejemplo:
Esta niña tiene curiosidad de «saber» qué es eso que se mueve. Primero lo observa, es astuta porque lo ve de lejos, es prudente, podría ser que le brincara encima. Luego de pensar y analizar, llegará el momento que lo toque y sienta que es ligoso, con una cosa dura arriba y a su paso deja una línea brillosa. Hasta el momento, no conoce el nombre del animal.
Seguramente, le preguntará a un adulto qué es eso, porqué lleva esa cosa redonda en la espalda y mil preguntas más. Pero si luego de cuestionar a la persona, llega otro niño y le pregunta ¿eso qué es? La niña, por la «experiencia que tiene» le contará «todo» lo que sabe y quizá le «aumente».
Al momento de realizar una «investigación científica» no debemos trabajar en una forma empírica, sino tenemos que basarnos en hechos, fundamentos, escritos, fuentes que nos sirvan de soporte para realizar nuestro tema.
Espero que comprendas, que la investigación y la curiosidad, son base fundamental para resolver un problema. Estos elementos siempre fueron, son y serán parte de nuestra vida.
¿Fácil o difícil?