Fue una bendición…

La historia que hoy les compartirè, inicia en la Cuaresma y Semana Santa del 2014. Se estarán preguntando, porqué cuatro (4) años más tarde narro la misma, esto se debe a que la misma es la “Historia de un niño, que pertenece al Escuadrón de Nazarenos” de la Iglesia de la Santa Cruz del Milagro, zona 6; más conocida como La Parroquia.

En aquel entonces, este niño, tenía 6 años de edad, y como ustedes sabrán a edad su proceso de desarrollo está basado más en la socializaciòn, le da más importancia a las opiniones de otros niños sobre ellos y por ende presta màs atención a lo que dicen los demás.

A esa edad, está más consciente de los sentimientos de los otros y se vuelve màs sensible al entorno; este Pequeño Nazareno, está en pleno crecimiento físico, cognitivo, afectivo y social, lenguaje y desarrollo sensorial y motor.

Actualmente, a la edad de diez (10) años, donde ha desarrollado una notable capacidad para razonar y también de reflexión sobre sus actos y sentimientos, solicito autorización a la madre para hablar con él.

La conversación fue muy amena, entre mordida y mordida de tostada de aguacate, sus oídos parecían escuchar con atención mis palabras y su corazón se abría de una manera, que ni yo misma creí. Sus ojos grandes (en ese momento no tenía su capucha), brillaban y algunas veces se perdían en algún lugar, como pensando la respuesta y en otras ocasiones era muy puntal, su voz tierna y risueña; en ocasiones sus dedos jugaban con el aguacate de la tostada; es un niño muy cariñoso y juguetón. El quizo, hacer uso del lema “Con el Rostro cubierto, he aquì Señor mi Penitencia”. Así que su rostro como su nombre… permanecerán en el anonimato. Nuestro “Pequeño Nazareno”, para reconocer su historia, solicitó le escribiera “Chupetío”, solo para reconocer su historia. Me animaré a escribir que su nombre tiene dos vocales y me alejaré lentamente… Todo lo acá escrito, está basado en la entrevista realizada.

Para mis lectores, que han leído Los renglones torcidos de Dios, esta narración forma parte de esa historia de fe y devoción a Jesús de las Tres Potencias. Así que vamos a regresar al año 2013, cuando su hermano mayor se integró a Escuadrón Nazarenos y, como dijo Séneca, “Más mueven los ejemplos que las buenas palabras”, este niño a sus 6 años, quería ser “Nazareno”, y así lo hizo.

Su sueño se realizó el domingo 30 de marzo del 2014, al acompañar la tradicional Procesiòn Infantil con las réplicas de Jesús Nazareno de Jesús de las Tres Potencias y la Santísima Virgen de los Dolores, pero esto era el inicio. No me extrañò verlo caminar todo el recorrido, porque realmente no era muy largo (al menos, para mì). Pensàndolo bien, para un niño de esa edad, sì era cansado.

Los días pasan, los árboles de jacaranda florecen aún más, las marchas se escuchan con más sentimiento, el olor a corozo e incienso se hace más profundo y el calendario marca el 14 de abril, ¡LUNES SANTO!. El lunes, màs esperado para todo los devotos de Jesùs de las Tres Potencias y Virgen de Dolores.

Mi corazón se estremecía de emoción y de sentimientos encontrados al escuchar los primeros acordes de la marcha oficial TERNURA INFINITA, sentir el olor a incienso que brotaba de aquellos incensarios, el vaivén de las andas que se mecen con el paso pausado y solemne de los devotos que llevan sobre sus hombros ese turno de honor salida. Se escuchan los timbales y la ¡Granadera, señores! Jesús de las Tres Potencias, da su bendición e inicia su recorrido procesional. ¡Dios, cuántos corazones palpitando al unísono, cuántas oraciones se elevan y dentro de estas se encuentra la oración de NUESTRO PEQUEÑO NAZARENO. Lo único que pide, “-Dame fuerzas, porque no estoy seguro de terminar.” Lo escucho, me quedo callada un momento, cuando me revela su respuesta a la pregunta que le realicè ¿Qué le pediste a Jesús cuándo salió el Lunes Santo del 2014?. Me hizo recordar, toda su travesía, ese año…

Con un sol incesante, comenzó su gran jornada, las horas fueron pasando, el clima cambiando, el hambre y el cansancio se empezó a sentir; yo que iba y venía caminando por todos lados, lo veía SIEMPRE DENTRO DEL CORTEJO PROCESIONAL. Me llamó tanto la atención, averigüe con quién iba, conversé con la mamá y lo estuve monitoreando en todo recorrido. Ya muy entrada la noche, le pregunté a la mamá, por su hijo si ya se había ido a descansar, y su respuesta fue -”no, ahí va empujando un carretón donde van los ángeles.”. Obviamente, no iba “empujando”, debido a que es necesaria cierta cantidad de fuerza para moverlos. Lo cierto, es que él estaba colaborando, eso era lo importante. Él era parte del Cortejo Procesional.

Jesús de las Tres Potencias, fue colocado  suavemente en su dosel a las 12:42 p.m, y nuestro pequeño nazareno, estaba presente. ¿Será que Jesús escuchó su pequeña oración, que salió de su corazón?

Esta historia, no se queda acá. Nuestro “Pequeño Nazareno”, estuvo presente  los siguientes años 2015, 2016, 2017 y primero Dios acomparà en el 2018. Sin embargo, él también colabora para el Cortejo Procesional del Señor Sepultado y Virgen de Soledad; asì como los domingos de Cuaresma apoya con su familia en las Inscripciones de la Iglesia Santa Cruz del Milagro, zona 6. “Lo que a él le gusta es acompañar a Jesús y ayudar en lo que pueda», comenta.

Los devotos que no conocen la historia del padre de este “Pequeño Nazareno”, les comparto que sufrió un accidente en una moto años atrás, y para movilizarse debe utilizar una silla de ruedas. Dentro de la gran sabiduría que tiene este niño, me deja una lección de vida. No se inmutó, al preguntarle:

-¿Crees que el accidente de tu papá, fue algo malo, un problema o una prueba que Jesús o Dios  les mandó?.  Todavía vivo ese momento, cuando con una muy firme respuesta, me dice
-“FUE UNA BENDICIÓN”.
-¿Por qué una bendición?, le digo.
-“Porque el accidente nos acercó más a Jesús, y si no, no estuviéramos sirviendo al Señor”.

En ese momento, simplemente se detuvo el tiempo. Hubo un momento de reflexión. Donde muchos adultos, cuestionamos las situaciones “malas”, y no las vemos desde los “ojos de un niño”. ¡Dios, qué gran lección me diste!. Se me hizo un nudo en garganta. Respiro profundo y prosigo.

-¿Has visto algún cambio o mejoría en la salud de tu papá?
-“Sí, creo que Dios lo ha bendecido. Ahora, ya se pasa solo de la silla (de ruedas) a la cama.”

Este Pequeño Nazareno, me revela otro de sus sueños que tiene albergado dentro de su corazòn desde hace cuatro años, y es ver al Escuadrón Infantil de Nazarenos, conformado por 100 niños. Esboza una sonrisa en sus labios, y aunque ahora, sabe que no puede contar con esa cantidad, me cuenta que solo necesita 30 niños, para la Procesión Infantil.

Si te das cuesta, Dios nos llama de las maneras tan diferentes, en esta ocasiòn, fue atravès de un accidente. Si esto no fuera ocurrido, toda la familia, no estarìa sirviendo a Dios. Jesùs de las Tres Potencias, les llamò, y hoy este “Pequeño Nazareno” les hace un llamado para que permitan que su hijo, nieto, sobrino, ahijado se “Acerquen y acompañen al Señor, para que reciban muchas bendiciones” al conformar el “Escuadrón Infantil de Nazarenos” de la Iglesia de la Santa Cruz del Milagro, zona 6, como èl las ha recibido.

Nuestro “Pequeño Nazareno”, tiene un espìrìtu tan sencillo, captò muy bien a sus seis años (en aquel entonces) que el amor màs puro era a Dios; a causa del accidente, su familia fue la primera escuela de la fe y eso lo mantuvo firme hasta sus diez años.

Por eso, en las escrituras, està escrito:

«Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él»

Evangelio según san Marcos 10, 13-16

Ya pasaron varios dìas que conversè con èl, y esa respuesta “FUE UNA BENDICIÒN”, sigue dando vueltas en mi cabeza, por ello

“Jesús, concédeme la sencillez, el idealismo y la confianza que caracterizan la personalidad de un niño”. Amèn